sábado, 27 de agosto de 2016

Laluna.com

Hay dos tipos de personas: las que se atreven y las que no. Las que se pasan la vida con los pies pegados al suelo y las que preferimos variar de vez en cuando. Hay tanto donde escoger que lo imperdonable es aburrirse: snorkel, parapente, rafting, surf, ala delta, paracaidismo, vuelo libre, escalada en roca, fly-surf, snowboard, (...).... Todo es cuestión de tener un par de lo que hay que tener y un grupo de gente dispuesta a acompañarte hasta el fin del mundo. Yo tengo las dos cosas y soy, dejando al margen a Cira, la más lanzada de Las Lokas. Quiero decir, del grupo excursionista Todas a una, que es como nos hacemos llamar oficialmente. Nuestro lema es "Vivan Las Lokas ke quedan pocas". Somos solidarias, defensoras de la naturaleza, cultas y feministas. Todo chicas, por supuesto (porque los tíos suelen estropearlo siempre todo). Cualquiera que no cumpla uno de los cuatro requisitos indispensables (o que sea chico, claro), no resulta admitida. No sólo nos gusta la naturaleza, las principales del grupo hacemos también teatro: Compañía Las Lokas. Somos una peña abierta a cualquiera que se atreva a seguirnos, y la capitana es -por méritos propios y por consenso- Cira. No hay nadie más loka que ella.

Es verdad que Cira tiene una fuerte personalidad... dice que es instinto de supervivencia, y la única culpable, es la complicada relación que mantiene con su nariz, una maxinariz, la narigótica, la connarigada narizota meganariguda, la naríngea narizonza... con todos ustedes, tachán tachán, ¡la nunca vista nariz de Ciraaaaaa! (El cañón de luz ilumina desde el fondo de la sala.)

Y así, con este humor, homenajea la escritora Care Santos a un clásico tan narigón como tierno... ¿Verdad que no es complicado relacionar a Cira con Cyrano? Amores incomprendidos, enredos, cartas (bueno, versión moderna, mails) que además de mucho amor demuestran ingenio, que solo puede transmitirse si además de buscar en el interior, procuras dar con las palabras exactas... Algo más que complicado si se trata de expresar sentimientos.


Tiene la novela un Epílogo antes del final... Y la narradora de este fragmento es la propia escritora... ¿Cómo cerrar una novela que solo puede terminar en amor o dolor? La única historia que recuerda, similar a esta, es una que les ocurrió a unos soldados franceses... No sé por qué me impresionó tanto esta historia desde la primera vez que la oí. Tal vez porque era muy triste, o porque era muy bonita. O porque quien me la contaba lo hacía muy bien, con la intensidad con que sólo unos pocos saben narrar historias (aprendida a fuerza de contar y oír contar) y que a veces puede transmitirse de una generación a otra. La verdad, espero que así sea, porque esa narradora fabulosa se llama Claudia y es mi madre. Un hermoso homenaje, que no el único, para la animación a la lectura.


De esa historia, escrita por Edmond Rostand en 1897, y que tiene como protagonista al poeta Hercule-Savinien de Cyrano de Bergerac, que en la primera mitad del siglo XVII escribiera Viaje a la Luna, se han hecho muchas adaptaciones, incluso para la gran pantalla, aunque siempre desde un registro sobre todo teatral. Un género al que no estamos demasiado acostumbrados, pero que atesora auténticas joyas.



Por cierto... a la narradora se le han ocurrido muchos desenlaces, unos más peliculeros que otros... Esperamos que también a vosotros os guste el que ha decidido para sus protagonistas. Su aparición en escena... es todo un acierto.

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